viernes, 16 de marzo de 2012

P-51 Mustang capturado por Japón

El P-51 no sólo sirvió en Alemania. De hecho, es el único caza que luchó en las 3 capitales del eje (Berlín, Roma y Tokio). Su presencia muy destacada en el frente “CBI” (China-Burma-India) del Pacífico. A día de hoy los combates en este lugar son prácticamente desconocidos, pero lo cierto es que el Mustang tuvo un papel importante, ya que sustituyó a cazas como el P-40, anticuados en 1943-45. En un combate entre Mustang y cazas japoneses un Mustang fue capturado por los japoneses, que lo pudieron evaluar frente a modelos locales.

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P-51 Evalina (foto de Yasuho Izawa y cortesía de Henry Sakaida)

El debut del P-51 en el CBI tuvo lugar en Noviembre de 1943, cuando el 311 Fighter Bomber Group llegó al teatro. Los primeros combates tuvieron lugar ese mismo mes sobre Rangún, cuando se enfrentaron al 64 Sentai, una experimentada unidad de Ki-43.

La captura ocurriría el 16 de Enero de 1945. El piloto 1st Lt Sam McMillan se montó en un P-51C código 44-1086, con el apodo “Evalina”. Esta montura era normalmente utilizada por otro piloto, 1st Lt Oliver Strawbridge. El apodo del aparato era el nombre de su novia en aquella época. La misión era un ataque a un aeropuerto en Suchow. Este tipo de misiones eran muy inpopulares debido a lo peligroso de las mismas, ya que los japoneses solían instalar numerosa artillería AAA de protección.

Años después McMillan recordaría aquella misión: “Estaba haciendo una pasada a ras de suelo desde 20.000 o 30.000 pies, los japoneses no podían seguirnos con sus armas asi que apuntaban a un lugar por donde podiamos pasar y abrían fuego con todo lo que tenían”. “Yo me llevé su tiro de suerte, me encontré con una muralla de plomo”.

El P-51 recibió varios impactos en el motor, y McMillan rápidamente decidió salir de allí. Debido a los daños era difícil mantener la altitud y el motor no cesaba de pararse y rearrancar. Al volar demasiado bajo para tirarse en paracaidas, McMillan buscó rápidamente un claro donde poder aterrizar. Finalmente vio un arroza, pero cuando estaba a punto de tocar tierra, los controles dejaron de funcionar y el avión resbaló a 400mph hasta deternerse. El avión había caido 170kms al noreste de Hankow en la provincia de Hubei. McMillan no tuvo oportunidad de escapar porque la guarnición japonesa había visto el aparato en la zona.

Antes de que McMillan pudiera salir de la cabina, soldados japoneses se le echaron encima. Tras ser arrastrado, recibió una terrible paliza. Al mismo los oficiales estaban maravillados, el P-51 estaba intacto a pesar de estar cubierto con algo de barro. En parte, McMillan tuvo suerte de que el aparato estaba intacto, ya que los japoneses le necesitarían vivo para reparar los daños y preguntarse sobre el funcionamiento.

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Diagrama del P-51C con escaparelas japonesas. A destacar la cabina de burbuja (Gaetan Marie)

Las noticias llegaron rápidamente al Arsenal Aéreo (Shinsa Bu) de Japón y se procedió al envio del WO Nobuhara Mitsumoto y al mecánico 2n Lt Tadao Sakai para inspeccionar el aparato, que fue escondido bajo un árbol para evitar su destrucción. Mitsumoto y Sakai llegaron con un grupo de mecánicos y un intérprete; la reparación del P-51 fue relativamente simple porque ya existía cierta experiencia con aviones americanos (en años anteriores los japoneses habían capturado un buen número de B-17 y P-40). Tras enderezar las hélices y reparar el motor, el aparato estaba listo.

La mañana siguiente, el avión voló hasta Hankow. Como es de esperar, la expectación era enorme, y muchos pilotos se acercaron a ver el pájaro. Para evitar riesgos, el avión recibió símbolos japoneses. Finalmente, en Marzo de 1945, el avión llegó a la base de Fussa. El piloto escogido para probar el P-51 fue el Maj. Yasuhiko Kuroe, que curiosamente había servido en el 64 Sentai. En esa época era uno de los mejores ases del JAAF. En su informe Kuroe destacó que el P-51 poseía similares prestaciones que el Ki-84 en giros; mejor trepada y picada; y un excelente “direction finder”. También destacó que las ametralladoras .50 eran mucho mejores que las japonesas de 12.7.

"Me asombré de las prestaciones. Las características de giro eran espléndidas, casi como las de un Ki-84 en giros horizontales. El transmisor de la radio era excelente, el armamento y otros sistemas eran muy buenos (en términos de calidad), particularmente comparado a equivalentes japoneses, y además tenía un equipo de navegación por radio.

Su velocidad punta era inferior a la del Fw-190A importado, pero la velocidad en picados y estabilidad durante el mismo eran excelentes. Después de las pruebas de consumo estimamos que podría alcanzar Iwo Jima desde Japón. Más delante esto se hizo realidad."

El Maj. Yohei Hinoki, un as que precisamente había perdido una pierna en un combate contra Mustang, también pudo probar el aparato*. La experiencia le cortó la respiración:

“¡Era un guante para el piloto, se comportaba muy bien y estaba muy bien diseñado. Era muy rápido y compacto. Y no perdía aceite!"

"El Mayor General Imagawa me pidió que aprendiese a dominar el P-51 y luego demostrarlo a otros pilotos. No tenía mucha confianza en mi capacidad de volar un avión tan avanzado con mi pierna inutilizada, pero me decidí a hacerlo lo mejor posible.

Volé a la base de Omasa y finalmente pude echarle un vistazo. Podía apreciar la superioridad de su equipo, y su brillante fuselaje con la boca roja abierta de un dragón. Ví varios puntos rojos en un lado de la cabina, probablemente victorias registradas por el piloto americano contra cazas japoneses. Con el radiador bajo el fuselaje, tenía un aspecto pulcro y mortifero.

Me recordaba el día que pude ver por primera vez el P-51 sobre los cielos de Burma un 25 de Noviembre de 1943. El Mayor Kuroe, que me trajo el P-51 desde China, me dijo lo fácil que era de volar el P-51. Al montar me impresionó el cómodo asiento y no tuve ningún problema con poner mi pierna artificial en el pedal del timón de profundidad. Para mi había muchas cosas nuevas. Lo primero era el cristal blindado, con un grado de transparencia superior al del fino cristal japonés; segundo: el asiento estaba protegido por una capa de acero como no había visto en ningún caza antes; había un sistema de regulación automático del radiador, y el sistema de oxigeno era nuevo para mí. Mi impresión general es que estaba mejor equipado que cualquier avión japonés que había visto".

El JAAF utilizó al Evalina para entrenar sus pilotos en combates simulados frente Ki-61, Ki-43, Ki-44 y Ki-100. Kuroe se sentía tan a gusto en el Mustang que afirmó que ningún caza japonés Al final, el P-51 dejó de volar debido al desgaste del generador. Como solución, el Maj. Hinoki prometió derribar otro P-51 para sustiturlo, pero cuando lo logró el avión cayó al mar y al poco tiempo la guerra terminó. No se supo del destino del Evalina.

A pesar de que el P-51 capturado no estaba en condiciones óptimas, causó una excelente impresión entre los japoneses. No hay que olvidar que su industria estaba plagada de problemas entre 1943 y 1945, los motores de +1.500HP no eran muy fiables, el acabado de los aparatos era cada vez peor y en áreas como armamento o protección de los pilotos, estaban por detrás de otras naciones. Merece la pena destacar que no se hace referencia a los depósitos autosellantes o protección para el piloto, y es que los cazas del ejército estaban bastante mejor protegidos que los de la fuerza aeronaval.

Fuentes y enlaces de interés:

- Flight Journal, Collectors Edition, P-51 Mustang, the legend at war. Artículo de Henry Sakaida (2008).
- Mustang: The Story of the P-51 Fighter, de R.W. Gruenhagen, Arco N.Y. (1976).

10 comentarios:

  1. Excelente reseña del Evalina. ¡Muchas gracias!

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  2. Gracias Gustavo, te comento una anécdota. En uno de los foros donde discutía apareció la nieta del piloto. Encontró la discusión y se dio de alta para precisar algunas cosas. Evalia era el nombre de una antigua novia. La abuela del esta chica era otra señora. Saludos.

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  3. Pedal del timón de PROFUNDIDAD???, será un error de traducción???.

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  4. Notable reseña. Un muy buen trabajo. Desconocía esta arista tan singular del P40 en su servicio del Pacífico Sur. ¿Qué habrá sido, a fin de cuentas, del Evalina? Uno sólo puede conjeturar. Pero rescatando la experiencia de los japoneses, de haber conocido las prestaciones y tecnologías insertas en el Mustang, es un hecho que asumieron, a esa fecha, altura y hora del conflicto con los americanos, que Japón tenía perdida la guerra. Los estadounidenses contaban con cientos de aviones iguales al Mustang. Y otros muchos diseños más cazas y bombarderos, amén de toda la logística para su adecuado mantenimiento. Combustible, repuestos, municiones, dotación, talleres mecánicos soberbiamente equipados...en fin. ¿Qué podían hacer los hijos del Sol naciente, ante un enemigo con armamento tan abrumadoramente superior? ¿Atacar al grito de "Banzai"?
    Gracias.-

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    1. saludos Renato, para mi el error de japón fue no atacar al grito de banzai cuando tuvo la oportunidad de eliminar casi toda la flota del pacifico de un plumazo en pearl harbor, la destrucción y/o captura de la flota estadounidense mas la ocupación de las islas hawaii, hubiera podido lograr hacer retroceder hasta california a la usnavy y tratar de negociar un armisticio desde una posición dominante, pero la excesiva prudencia de Naguno y Yamamoto dejo pasar esta gran y única oportunidad

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    2. Klein, Nagumo no tuvo chances de capturar Hawaii. Fue una aventura privada de la armada japonnesa. Te recomiendo leer
      'The Attack on Pearl Harbor: Strategy, Combat, Myths, Deceptions'. Un saludo

      https://www.amazon.com/Attack-Pearl-Harbor-Strategy-Deceptions/dp/161200010X/ref=sr_1_2?s=books&ie=UTF8&qid=1515265549&sr=1-2&keywords=pearl+harbor+myths

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    3. saludos Ex, voy a leer los comentarios sobre el libro gracias gracias

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    4. Gracias Renato, como bien dices la historia del P-51 en el Pacífico es también muy impresionante. Llegaron a realizar misiones de escolta sobre Japón.

      Ese libro ha tenido excelentes críticas, lo tengo en mi lista de futuros.

      Saludos.

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    5. saludos Alejandro, en las reseñas hay una respuesta bastante extensa aparentemenete hecha por el autor del libro a las observaciones de lectores, una especie de resumen del mismo libro; las criticas son por el modo insistente de menospreciar la capacidad militar del japones

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    6. Miguelfiz de www.elgrancapitan.org hace una brillante review a la que valido al 100%. Los planes perfectos viven en los films y en los cuentos bonitos de Fuchida. ;)


      Un saludo.
      P.D.: por cierto, Nagumo era mejor almirante que lo que no han dicho.

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